Reseña Libro: XIII Salmos Para Satán

  

Título: XIII Salmos Para Satán

Autor: Luis A. Suescún

Género: Poesía/Cuento

País: Colombia

Idioma: Español

Año: 2021

Editorial: AG Editorial

Páginas: 157

 

“Bajo este árbol le ahorcaron hace meses.

El musgo cubre su cara.

Y de su boca crecen geranios.

Dicen quienes contemplan tus huesos.

Y tu pecho es un panal de insectos”

La Transmutación Del Ahorcado – Fragmento. XIII Salmos Para Satán.


Por Diego Villa Caballero 

Dentro de los pocos escritores colombianos consagrados al género de horror, Luis A. Suescún se destaca por ser uno de los más prolíficos y notables de la actualidad; autor de la trilogía Relatos Macabros, La Semilla del Vampiro entre otros trabajos, Suescún ha probado sobradamente ser un alumno destacado de grandes maestros como Horacio Quiroga, Edgar Allan Poe, H.P Lovecraft, Baudelaire, E.T.A Hoffmann, Anne Rice y Clive Barker. Su mayor logro a la fecha ha sido el crear un robusto y abundante cuerpo de relatos en el incipiente canon de la literatura gótica Hispanoamericana y al mismo tiempo hacerse de una fiel legión de lectores, dentro de la cual los jóvenes conforman el segmento más representativo. 

A finales del 2021 publicó XIII Salmos para Satán, posiblemente su libro más provocador hasta el momento; en palabras del autor se trata de: “Un poemario en distintas técnicas alrededor de la figura del ángel caído en un contexto cultural a medio camino entre el humanismo, el feminismo y el satanismo.” Sin embargo, a pesar del impacto que poseen tanto su título como su portada (el demonio danzarín del Inferno de Hans Memling), no se trata de un libro que busque el escándalo gratuito ni que deba mirarse con aprehensión, tampoco de un manual al uso para aspirantes a satanistas con delirios de sumos sacerdotes.


¿Qué es entonces?, ¿un manifiesto artístico?, ¿una constelación de versos siniestros? o ¿una reflexión teológica vestida de literatura? Probablemente es todo eso y más, lo que es seguro es que se trata de una aventura literaria contestaria y corrosiva (que sigue parte de esa naturaleza abyecta pero sublime de Los Cantos de Maldororor de Lautréamont publicados hace más de 150 años), y que tiene como objeto de inspiración al ángel caído, príncipe de las tinieblas, señor de las moscas, lucero de la mañana. Ese ser confeccionado por el cristianismo a través de los siglos como el representante absoluto del mal, condenado eternamente a la derrota pero que a la vez posee un poder tan vasto, solo superado por el del creador, y que paradójicamente tiene mucho más en común con nosotros de lo que podría tener Dios. Nos guste o no, desde hace siglos ninguna figura espiritual encarna mejor nuestros anhelos, debilidades, lujurias, valentías, sueños, arrogancias y vilezas, hecho que sabe muy bien el autor.

Aunque en la obra Satán no aparece solo, encontraremos a Adán el primer hombre, a sus dos mujeres Eva y Lilith, hasta al mismísimo Jesucristo y a su madre la Virgen María en unas facetas totalmente desconocidas y que harán sudar frio a más de uno. El libro se divide en tres partes, en la primera encontramos Los XIII Salmos, los cual cuales abren con una invocación hecha por una moribunda encarnación de Job al “rey de azufre” después de haber sido ignorado por Dios; cuando ese otro “Dios” responde apiadándose de su sufrimiento, Job en un pacto le ofrece su cuerpo maltrecho así como Los XIII Salmos. Así comienza este libro que no teme agitar con violencia las aguas en las que se mecen nuestros espíritus.


De la primera sección sobresalen las siguientes piezas:

Un Dios Cruel Llega A Cenar nos recuerda que los dioses tienen millones de rostros y uno de los más visibles es el de la crueldad. En concordancia La Oración Al Dios De Las Moscas alude al dios Baal, señor todopoderoso del trueno y la tormenta, una de las figuras centrales en la historia religiosa de Canaán (zona que en la antigüedad comprendía la región entre las actuales Siria, Palestina, Jordania y Líbano) y que terminaría siendo desterrado por los profetas hebreos liderados por Elías. Se trata un poema en prosa con un aire marcado de transgresión y rebeldía, que aun en estos tiempos logra perturbar a aquellos cristianos fervientes que hipócritamente se autoproclaman gente buena y decente pero que cuando nadie ve, su comportamiento dista de ser ejemplar.

El Castillo De Sangre es un pequeño cuento sobre una morada macabra pero fascinante, una fortaleza inexpugnable de sangre y huesos construida con la vida de innumerables esclavos bajo el yugo despreciable de una dinastía maligna, lugar que guarda una aterradora similitud con el Osario de Sedlec en Kutná Hora, Republica Checa. Mientras que El Caminante Del Cielo revela la cara más oscura de Cristo, en el papel de ángel de la muerte para muchos este Cristo en negativo no pasara de ser un repugnante y despiadado Anticristo, y aún con todo su rostro es más real que el del Cristo de las escrituras, cuya santidad a menudo lo transforma en una máscara vacía incapaz de relacionarse honestamente con las aristas más oscuras de la existencia humana y del mundo.

Unos salmos más adelante aparece La Anunciacion a Maria en donde el autor nos presenta a una Virgen María completamente adueñada de su título de Reina del Cielo, desplegando una actitud de Hera en el Olimpo que sin duda producirá escozor en casi todas sus devotas, especialmente entre las madres y abuelas hispanoamericanas de talante conservador, aunque sin duda se trata de una María lo suficientemente atractiva para ese sector de la mujer contemporánea; joven, independiente, asertiva, y a ratos insolente en su manera de ser. Continuando en este universo bíblico subvertido llega La Última Cena, el escritor nos presenta una de las escenas más reconocibles de la cristiandad pero con sus peculiaridades; canibalismo, traición y una masacre misteriosa son el plato principal.  

Saliendo del mundo bíblico tenemos a Helena de Troya y El Espejo Vampiro, un poema en prosa con una Helena que posee una ligera semejanza con la reina bruja de Blancanieves y su espejo. Desde el alba del tiempo algunos de los mayores poderes de la mujer han sido su belleza y su poder de seducción, siendo el espejo una de las armas de su arsenal, se plantea entonces una relación casi simbiótica entre el espejo y Helena. ¿Quién es el vampiro? ¿Helena o el espejo? ¿Los dos? Aquí los amantes de la mitología griega se deleitarán tratando de resolver el enigma.

Luis A. Suescún

Un par de saltos más adelante llegamos a La Transmutacion del Ahorcado, uno de los puntos más elevados y mejor logrados del libro, es un poema en prosa que gravita alrededor de los conceptos de muerte y renacimiento, expresados en imágenes que aluden al retorno a la naturaleza y como la belleza de esta proviene de todo lo que muere. Todo el texto tiene un aura de mística profunda impregnada de la corriente del Romanticismo que comenzó con William Blake, así como de unas pronunciadas pinceladas de panteísmo. Por último, La Ciencia de la Carne presenta la culminación pero también la síntesis de la primera parte de Los Salmos, esta versión sombría del Genesis comienza con una Eva inconforme con el papel que le fue dado y el autor recrea ingeniosamente la versión de como en un principio fue tentada por la serpiente, así como su transformación en una bruja o alquimista de las carnes de su consorte, al que convierte en una piltrafa que finalmente es aniquilada; mientras que Dios revela su faceta de casero o señor feudal déspota y arrogante, y en una perspectiva muy satánica Eva enfrenta su ira revelando una verdad tan grande como el cosmos.

En la segunda parte del libro, Siete Fantasmas Alrededor De Una Vela, tenemos a la humanidad representada en siete retratos terribles y mordaces pero también emotivos y rutilantes. Célebres artistas, escritores y personajes literarios como Wilhelmina Murray de Drácula, Diego Rivera, Mary Shelley, Edgar Allan Poe, Paul Verlaine y Arthur Rimbaud son algunas de las almas invocadas en lo que podríamos llamar un acto de espiritismo literario; el autor se transforma a sí mismo en un médium que se arroja a tarea de dar voz a los tormentos de estos condenados que vagan eternamente errantes. Suescún cierra el libro con el cuento Las Catedrales Invisibles, un relato lleno de imágenes surreales en el que su protagonista, encerrado en su propio mundo y estupidez (o falta de pragmatismo), crea su propio infierno, y en la que la atmosfera característica de Nathaniel Hawthorne y su mundo lúgubre de Nueva Inglaterra es notoria, sin embargo esta es empujada por Suescún a los extremos más crudos del terror y el delirio.

Al leer XIII Salmos Para Satán va quedando la impresión de que la perversidad pocas veces ha sido plasmada de forma tan bella, en su conjunto estos salmos simbolizan el plumaje en las alas del ángel caído, quien aun después de haber sido expulsado del reino celestial no ha perdido un ápice de nobleza ni de gloria, hecho que sin duda es transmitido con solvencia por Luis A. Suescún. Un libro que no puede faltar en la biblioteca de aquellos lectores que se deleitan con la hermosura de las manifestaciones del lado más oscuro de la creación y que aprecian una relectura inusual de los mitos, parábolas e historias fundamentales para nuestra cultura. El prólogo está a cargo de Susana Castellanos de Zubiría una de las mitólogas y estudiosas de las religiones más importantes con las que cuenta Colombia en la actualidad.

*Luis A. Suescun Contacto:

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© Copyright texto de la reseña 13 de septiembre 2022 Diego Villa Caballero.  

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