Desde las Hespérides.
Por Diego Villa Caballero.
“ Montando de tus naves el ala
bendecida
busqué en las Hespérides las
flores de azahar.
Mas ¡ay!, las arrancaron
del naranjo, las olas con recia
acometida
y tan sólo estas hojas que te
traigo quedaron,
flotando sobre el mar”
Jacint Verdaguer.
* Introducción y contexto:
En la mitología griega el jardín
de las Hespérides era un lugar fantástico localizado en los confines de
occidente (la región de Hesperia) y se le conoce principalmente por ser el escenario
del onceavo trabajo de Heracles. El huerto lo habitaban las ninfas Hespérides,
el gigante dios Atlas perteneciente a la raza de los titanes (padre o tío de
las ninfas según la fuente que se tome) y el insomne dragón-serpiente Ladón,
fiel a Hera y guardián de las manzanas doradas.
Conocemos el linaje de las
ninfas Hespérides y una de sus características, su hermosa voz, gracias a la
Teogonía de Hesiodo. Por el contrario en los textos homéricos no se habla de
las ninfas ni de Hesperia o del jardín aunque en el primer canto de la Odisea
se menciona a Atlas, personaje importante de esa región. Sin embargo después
del cruento desenlace de la guerra de Troya relatado en la Ilíada de Homero,
los pocos sobrevivientes troyanos buscan un nuevo futuro en occidente. Estos
nuevos acontecimientos los encontramos en la Eneida, aquí Virgilio llama
"Hesperia" a Italia y más particularmente a la región del Lacio,
donde los dioses ordenaron a Eneas, jefe troyano sobreviviente de la guerra de
Troya, fundar el nuevo Ilión (Troya) que se convertirá, según la leyenda, en
Roma.
Adicionalmente en una versión
posterior de Ovidio no se habla del jardín sino de Hesperia, una remota región
occidental que además de estar habitada por los ya mencionados estaba también
poblada por otros habitantes nativos y era gobernada por Atlas quien además era
el dueño del árbol y sus frutos dorados que en este caso son membrillos o
naranjas, los cuales protegía celosamente.
Atlas and the Hesperides by John Singer Sargent, 1922. |
* El mito:
La historia más conocida sobre
las Hespérides está registrada en la Biblioteca Mitológica de Apolodoro, donde
se relata que Heracles como castigo por asesinar a su familia en un estado de
locura debía completar doce tareas de extrema dificultad impuestas por su
enemigo el rey Euristeo. El undécimo trabajo consistía en obtener las manzanas
de las Hespérides, para realizar esto Heracles tuvo que averiguar con
dificultad la localización del misterioso jardín además de peregrinar y
enfrentar peligros en Libia, Egipto, Asia y Arabia.
Al llegar finalmente a su
destino debía robar algunas de las manzanas doradas que conferían la
inmortalidad, pertenecientes a Hera. Heracles por consejo de Prometeo tramó una
argucia contra Atlas quien le ayudo a cambio de que el héroe sostuviera el peso
de la bóveda celeste sobre sus hombros, intercambiaron lugares y así Atlas
trajo tres de las manzanas que custodiaba el dragón, pero a su regreso Atlas
sin intenciones de retomar su labor dijo que él le llevaría las manzanas a
Euristeo, Heracles aceptó de nuevo pero le pidió que sostuviera el peso celeste
por unos momentos mientras se procuraba un almohadón para hacer el trabajo más
llevadero, Atlas no sospechó y volvieron a intercambiar lugares pero en aquel
momento Heracles tomó las manzanas y abandono el jardín, aunque estas después
fueron devueltas al jardín por Atenea. En oposición a esta versión se menciona
en las Argonáuticas que el mismo Heracles mato al dragón para obtener las
manzanas y no se menciona el engaño sino su fuerza y violencia.
Mosaico Romano. Los trabajos de Hércules. Liria, España. Siglo III |
* El blog Desde las Hespérides :
Desde que comencé con este
proyecto de blog quise escribir sobre la razón por la cual escogí este nombre
tan singular que puede significar mucho para algunos pocos pero que al mismo tiempo
puede no decir nada a una vasta mayoría no aficionada a los mitos clásicos. En
las fuentes clásicas tanto griegas como romanas los términos Hesperia (Ἑσπερία)
o el que yo he escogido para bautizar este blog, Hespérides (Ἑσπερίδες),
designaban el país al oeste más cercano al lugar donde se mencionaba. Hesperia
generalmente designó a Italia, si se coloca una desde el punto de vista de
Grecia, pero también a la Península Ibérica y el norte de África,
específicamente Marruecos y los países que atraviesa la cordillera del Atlas,
si se toma desde Italia.
La localización de la región y
del jardín varía considerablemente dependiendo de cada autor o fuente.
Bartolomé de las Casas en su Historia de las Indias fue muy reticente a tomar a
América como las Hespérides, consideraba que la opción de las islas Canarias, las Azores o incluso las del Cabo
Verde se ajustaba más a esta idea, aunque no rechazó la probabilidad de una
posible relación entre América y la mítica Atlántida mencionada por Platón.
Aunque por otro lado en el siglo XVIII el cartógrafo francés, Gilles Robert de
Vaugondy, colocó en uno de sus mapas unas islas Hespérides en la región de las
Antillas.
La Hesperia simboliza un lugar
paradisiaco fuera de lo que se consideraba el mundo civilizado y al mismo
tiempo representaba una tierra que ofrecia la esperanza de un nuevo futuro, una oportunidad de renovación para una civilización en decadencia o la posibilidad
de la resurrección cuando esta había sido devastada por catástrofes de diversa
índole. Su simbolismo también
abarca los conceptos de realeza, poder e inmortalidad por ser un lugar que
reguardaba un tesoro (frutos dorados) ligado a la divinidad de los poderes de
la madre tierra (Gea), tesoro que además era difícil de obtener para los
mortales y por lo tanto extremadamente valioso, como lo es la idea de la esperanza.
Históricamente el continente americano ha representado perfectamente la idea de un nuevo inicio esperanzador en un paraíso terrenal, asi que siguiendo el criterio de
localización de las Hespérides y de Hesperia he querido tomarme la licencia de
incluir a América en la categoría de Hesperia, ya que el continente es la región
más occidental del planeta en términos geográficos y por la importancia de su descubrimiento para Europa y el mundo. Soy consciente de los
múltiples problemas que mi posición supone, aunque espero que los dioses y los
sabios del pasado (y algunos contemporáneos) sepan perdonar mi insolencia al
identificar a mi casa, América, con el antiguo y fastuoso paraje de poniente.
The Garden of the Hesperides by
Edward Burne-Jones, 1882.
|
The Garden of the Hesperides by Sir Frederic Leighton, 1892. |
Garden of the Hesperides by Albert Herter, 1898 |
Bibliografía recomendada:
* Hesiodo, Teogonia, Alianza
editorial, Madrid, 2007.
* Apolodoro, Biblioteca
Mitológica, Edición José Calderón Felices, Akal,
Madrid, 1987.
* Apolonio de Rodas,
Argonáuticas, Gredos, Madrid, 1996.
* Virgilio, Eneida, Gredos,
Barcelona, 2008.
* Ovidio, Metamorfosis,
Ediciones Cátedra, Madrid, 2011.
* Lucano, Farsalia o Guerra
Civil, Ediciones Cátedra, Madrid, 2003.
* Bartolomé de las Casas,
Historia de las Indias (tomo 1) en Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. http://www.cervantesvirtual.com
* Verdaguer Jacint, La
Atlántida, Planeta, Barcelona, 1992.
* Graves Robert, Los Mitos
Griegos, Ariel, Barcelona, 1991.
© Copyright 31 de agosto 2018 Diego Villa Caballero, Desde las Hespérides Blog.
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