Reseña Evento: La vuelta al mundo en 200 máscaras.
Reseña: La vuelta al mundo en 200 máscaras.
Por: Diego Villa Caballero.
“La máscara, por ser ante todo un producto social,
histórico, contiene más verdad que cualquier imagen que pretenda ser
verdadera.” Italo Calvino.
“Una máscara nos dice más que una cara”. Oscar Wilde
Entre el 10 de mayo y el 18 de agosto de
2018 se presentó la exhibición La vuelta
al mundo en 200 mascaras en el edificio Mario Laserna de la Universidad de los Andes en Bogotá. Las
mascaras exhibidas pertenecen a la colección del profesor Felipe Guhl
(Departamento de Ciencias Biológicas), quien las adquirió a través de sus
viajes por el mundo. El nombre
escogido está inspirado en el libro de Julio
Verne y siguiendo esa idea tenemos a los cinco continentes y a 35 países
representados en la colección. Las fichas técnicas de cada pieza contienen información referente
a su lugar de origen, material, dimensiones, significado y contexto cultural
al que pertenecen; en cuanto a los
materiales las mascaras presentan una gran variedad que va desde maderas,
plumas, barro, conchas hasta cabello e incluso huesos. La colección reposa
actualmente en el edificio principal del colegio Gimnasio
Moderno y fue curada por la gestora cultural Jessica Rosas.
La máscara es uno de los objetos
más antiguos y universales que ha poseído el ser humano, son insólitas y
escasas las sociedades que no la han utilizado en algún momento dentro de la
construcción de su vida social, cultural y espiritual. Su uso data de tiempos
prehistóricos y originalmente su propósito estaba restringido a actividades de
corte ritual que involucraban temas como la fertilidad o la acción del cazador.
Sus portadores han pretendido personificar o adquirir la fuerza de la imagen
que esta representa, también se ha usado con el propósito de proteger y ahuyentar el mal
infundiendo terror, por tal razón en la antigüedad grecorromana las máscaras se
colocaban a la entrada de los templos y en el centro de los escudos de los
guerreros. Adicionalmente con el paso del tiempo incorporó funciones
decorativas y estéticas como la de ser un accesorio en carnavales, fiestas
populares y representaciones teatrales tanto de oriente como occidente.
La máscara es el objeto dual por
excelencia, esconde y a la vez muestra; a nivel psíquico es capaz de ocultar
los aspectos exteriores del ser humano y saca a flote las fuerzas,
características y motivaciones confinadas a los abismos de la inconsciencia.
Estéticamente es capaz de mezclarse y camuflarse entre los límites y
diferencias que existen entre las categorías de arte y artesanía.
Sin embargo es en su dimension de símbolo donde se extiende la totalidad de su poder y magnetismo. Su fuerza simbólica es tan grande que
es capaz de sostener y reconciliar en si misma todas tensiones que surgen del
acercamiento de los opuestos; puede ser antropomórfica pero también animal,
hermosa pero también horripilante, trágica y cómica, solemne y burlona. Todas
estas características pueden estar presentes al mismo tiempo, en este sentido simboliza al cosmos con todo su caos y cambios constantes (metamorfosis).
La exposición planteó tres ejes
temáticos centrales para entender las funciones que tiene la figura de la
máscara: El primero es rituales y
creencias, el segundo teatro y
carnavales y finalmente artesanía y
mascara. De esta forma se clasificó y organizó la presentación de las 200
mascaras al público y además de las secciones mencionadas se ofreció
información sobre cada uno de los tres ejes, museos y bibliografía
especializada.
Sectores mayoritarios de la
academia, la política y los medios de comunicación nos brindan una visión
contemporánea del término multiculturalismo que está planteada en términos demagógicos, maniqueistas y de victimismo; por lo tanto se ha desdibujado el
propósito real de lo que significa acercarse a una propuesta multicultural; el
cual consiste en ampliar nuestra percepción hacia horizontes e intereses intelectuales
más complejos que los que nos ofrece la realidad cotidiana de nuestra ciudad o
país. En ese sentido la exposición fue una apuesta asombrosa que logró cumplir
con ese propósito, nos presentó un viaje fantástico a través de diversas de las
culturas de nuestro planeta usando como elemento guía a la máscara. La exposición
nos mostró la enorme relevancia de conocer otras culturas en las que
encontramos elementos ajenos a nuestra identidad pero también puntos
importantes de convergencia. Por último pero no menos importante debo resaltar
que los esfuerzos en términos de organización y producción de material para el
espectador (folletos y posters) fueron más que sobresalientes.
El único detalle a mejorar fue el
tema del acceso ya que la exhibición solo estuvo disponible para miembros de la
comunidad uniandina (estudiantes, profesores, egresados y trabajadores), entiendo
que hacer una exposición de entrada libre puede suponer retos de logística y
seguridad pero creo que la exhibición se habría podido abrir un poco permitiendo que
cada miembro de la comunidad universitaria pudiera traer al menos un invitado amigo o
familiar. Como egresado de la universidad
espero que futuros eventos de tan alta calidad artística y cultural estén más
abiertos a la población en términos de acceso.
* Material fotografico por Diego Villa Caballero y Cultura Uniandes.
© Copyright 23 de agosto 2018 Diego Villa Caballero, Desde las Hespérides Blog.
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