Elogio a Tom of Finland

 

Elogio a Tom of Finland

Por Diego Villa Caballero


“Creo que hay mucho en el mundo que no se puede ver ni tocar, y si te alejas de eso, estás evitando una parte importante de la vida, tal vez su corazón.”

Tom of Finland 

Touko Laaksonen, mejor conocido como Tom of Finland, posiblemente sea el artista que de manera más vibrante, intensa y excesiva ha plasmado la pasión erótica que puede sentir un hombre por alguien de su mismo sexo; ningún otro ha influido más en la representación del hombre homosexual, así como en la autopercepción que este tiene de sí mismo y la manera en la que se relaciona con sus pares. Llegó a crear más de 3.500 ilustraciones y en un principio sus trabajos quedaron confinados a comics, revistas, calendarios y publicaciones de bajo costo y circulación. Esto debido a que antes de la revolución sexual que vino con las décadas de 1960 y 1970, la represión existente en torno a la pornografía y a cualquier contenido erótico de tono elevado, sobre todo aquel que tuviera algún atisbo de homoerotismo, era implacable. 

 

Durante años fue ignorado completamente por todos los sectores dominantes del arte, y él mismo creía que sus “dibujos sucios” como los llamaba, no pertenecían a los museos ni a las galerías de arte, y parecían destinados a quedar exclusivamente para la vista de aquellos hombres considerados como los parias degenerados de la sociedad. No obstante, el estallido de liberación homosexual detonado por el histórico disturbio del 28 de junio de 1969 en el bar Stonewall y el mismo paso del tiempo fueron formando en torno a su nombre una pronunciada huella que no solo le valió ganarse un estatus de icono y referente estético dentro una subcultura, sino en todo el mundo occidental incluida su natal Finlandia, la cual a la fecha exhibe con entusiasmo la vida y obra de uno sus hijos más notables.




Su historia:

Touko Laaksonen nació en 1920 en Kaarina, un pequeño pueblo de Finlandia, sus padres maestros de escuela le brindaron un hogar donde el arte y la música estaban presentes. Touko o Tom (como me referiré a él de aquí en adelante) comenzó a dibujar a los 5 años, al estar encapsulado en un ambiente rural en sus dibujos frecuentemente aparecían leñadores y trabajadores del campo. Sin embargo, al acercarse a la adolescencia la inspiración que había encontrado en estos hombres rústicos pronto se convertiría en deseo, angustiando al joven Tom, a pesar de ello estos modelos de recia y solida masculinidad quedarían grabados poderosamente en su cerebro para siempre y serían la columna vertebral del trabajo por el que llegaría a ser famoso mundialmente.

 

Mientras se acercaba a la adultez probó la vida heterosexual, pero estas experiencias no llegaban a ser ni una pálida sombra de las chispeantes fantasías que imaginaba con individuos de su mismo sexo, las que años más tarde dibujaría prolíficamente. Al llegar el momento de estudiar una carrera universitaria escogió la publicidad, pero pronto descubriría lo frustrante que esta le resultaría y surgió en él un firme anhelo por ser artista, para hacer más llevadera esta difícil época se recluyó casi por completo en su estudio, y se volcó con mayor determinación en el dibujo pero esta vez no solo aparecerían los hoscos hombres del mundo agrario; ahora también incluiría a los de la clase obrera de la ciudad, junto a otros tipos urbanos, que mantenían aquella sensualidad tosca de los primeros pero que además le servirían para ampliar su gama de gustos y creatividad.

 

Mientras tanto el clima político de Europa traía vientos amenazantes, Finlandia fue atacada por la Unión Soviética en 1939 y pronto se vio envuelta en la Segunda Guerra Mundial. Tom fue incorporado en las filas del ejército finlandés y este escenario lo pondría en contacto con una nueva clase de masculinidad de la que quedaría prendado y a la que le rendiría culto para siempre, la del varón armado en uniforme. La guerra también le trajo encuentros sexuales con soldados alemanes, encuentros a menudo nocturnos y fugaces, pero no por eso carentes de intensidad.  

El uniforme militar de Tom

La devoción fetichista de Tom por los uniformes, las botas y la representación de algunos diseños inspiración nazi en sus páginas, le acarrearía en el futuro críticas e intentos de corrección política, si bien él mismo aclaró que no solo no fue un simpatizante del nazismo, sino que además lo consideraba odioso y que su admiración por sus uniformes era puramente estética al tratarse, para bien o para mal, de magnificas piezas de moda que resaltaban el sex appeal masculino.

El artista

En 1945 la guerra terminó, junto con el caos que le había servido de caldo de cultivo para poder disfrutar de fogosas aventuras, por lo que volvió a sus estudios pero ahora lo haría con una gran reserva de imágenes e ideas que alimentaría su futura obra. Durante la segunda parte de esa década también trabajó en las noches como pianista en bares y comenzó a frecuentar la incipiente escena gay de Helsinki, allí encontraría un tipo de hombre muy diferente a los que había conocido. Citadino, delicado, afeminado, de clase media o alta y a menudo (aunque no siempre) asociado con la figura del dandy; esa criatura extraña de corte aristocrático, seductora, amante de las artes y las letras, algo frívola y de hábitos hedonistas (examinada clínicamente por Charles Baudelaire), que en el espectro homosexual encontró a sus mejores representantes en Oscar Wilde y el conde Robert de Montesquiou. Estos “dandis” del siglo XX también aparecieron en las páginas de Tom pero no durarían mucho, a causa del poco interés que estos le producían. El propósito de Tom era claro, buscaba encarnaciones de la virilidad más pura y real que pudiera encontrar, para poder plasmarla en sus trazos y así vivir a través de ellos las salvajes fantasías que solo en contadas ocasiones llegaban a hacerse realidad para él y el resto de hombres con gustos similares.  

Los dandis de 1947

A comienzos de 1950 terminó la universidad y comenzó a trabajar en una agencia de publicidad, seguía frustrado pero esta ocupación le daría un regalo invaluable, la posibilidad de viajar al exterior y poder visitar las grandes capitales europeas llevando sus dibujos con él. Además retomó los encuentros casuales con hombres y en ellos también encontró su primer público, al mostrarles su trabajo la respuesta fue rotundamente positiva y empezó a aceptar comisiones para coleccionistas privados. Uno de ellos era conocedor de las revistas de cultura física, que bajo el uso de la fotografía atlética pretendían mostrar la belleza del cuerpo de atletas y fisiculturistas semidesnudos en escenarios, poses y situaciones sugerentes; aquellas revistas eran conocidas como Beefcake y en 1956 esta persona le insistió para que enviara algo de su material a Physique Pictorial (una de las más importantes del ramo) y así lo hizo, usando el seudónimo Tom en lugar de su nombre real. Bob Mizer fotógrafo y editor de la revista lo recibió encantado y además agregó el “of Finland” al nuevo nombre del artista. En la edición de 1957 se incluyó una imagen hecha por Tom que retrataba a un joven sonriente sobre un tronco, la recepción fue inmejorable y desde ese momento Tom of Finland sería un habitual de la revista, ganando también reconocimiento al otro lado del Atlántico. 

En los años siguientes viajó a Londres donde afianzó su gusto por la cultura motera (biker) y por los atuendos de cuero, también allí abandonó el mero uso de la imaginación como fuente de estímulo y el uso de collages de fotografías se volvió su regla. Continuaba realizando numerosas ilustraciones por encargo, cada vez más atrevidas, pero el pago recibido no dejaba a Tom conforme. Buscando estabilidad financiera comenzó a trabajar en la agencia McCann, en donde pronto su capacidad lo llevaría a ocupar el puesto de director de arte. En 1962 las prohibiciones en contra de la exhibición de desnudos masculinos cayeron en EE. UU. y solo fue cuestión de tiempo para que el material pornográfico gay se difundiera. En ese clima de libertad Tom vio la oportunidad de sacar al público su obra y teniendo en mente esa idea, durante 1965 pensó en desarrollar un personaje protagonista de una serie de historias relacionadas entre sí, pero solo hasta 1968 logró darle forma a su visión. 


Si DC tenía a Superman y Marvel al Capitán América como supremos estandartes de la hombría y la intrepidez, Tom también tendría su propio héroe; se trataba de Kake un motociclista de bigote y cabello azabaches, labios gruesos, sonrisa juguetona, mandíbula cincelada, cintura estrecha, presencia dominante, musculatura que impone respeto, un miembro viril voluminoso y una actitud totalmente desvergonzada respecto al sexo. Aunque a diferencia de los héroes del mainstream, este hipermacho usaba sus “poderes” (un vigor físico inagotable y un magnetismo sexual arrollador) para gozar sin límites del sexo junto a otros varones desafiando las normas del decoro, poniendo de cabeza cualquier lugar al que iba. Siempre con la misión de eliminar la represión que el público gay vivía respecto a su sexualidad.  






Fragmentos de Kake

Las historias de Kake tuvieron 26 entregas, en ellas se retratan diferentes momentos de su vida (desde su juventud hasta una edad más madura) acompañado de todas las situaciones, lugares, símbolos, atuendos, profesiones, fetiches y los diferentes tipos de hombre preferidos por Tom. En 1968 se publicó el primer número, y pese al éxito, en las primeras entregas el artista tuvo discrepancias con la editorial respecto a la cantidad del pago que recibía así como por los derechos del personaje. Afortunadamente encontró un nuevo lugar, Revolt Press, en el que recibió un trato más favorable. 


En 1973 después de analizar muy bien su situación renunció a su puesto en McCannen para dedicarse por completo al arte, en 1978 viaja por primera vez a EE.UU para presentar un calendario en una galería de Los Angeles, allí conoció a Durk Dehner con quien mantendría una amistad por años y en 1979 fue convencido por este para crear Tom of Finland Company, la cual sería la única editorial autorizada para publicar su material y en 1984 de nuevo junto a Durk creó Tom of Finland Foundation, teniendo en mente las malas experiencias por las que había pasado con las editoriales y algunas personas inescrupulosas; hasta el día de hoy el objetivo de la fundación es el de recuperar, restaurar, catalogar, preservar, promover y proteger toda la producción del artista para la posteridad. En la última etapa de su vida viajó constantemente entre Los Angeles y Helsinki, en 1991 Tom muere en Finlandia debido a un enfisema pulmonar. Sin embargo, la fundación se mantiene activa de la mano de Dehner y junto al apoyo de Taschen, la editorial de arte más influyente a nivel internacional, se ha logrado reivindicar paulatinamente el papel de Tom of Finland no solo como gran ilustrador, sino como uno de los artistas más relevantes del siglo XX.



Temas, mensajes y legado:  

Según Camille Paglia, uno de los temas centrales de Tom es “la glorificación pagana del cuerpo masculino ideal, imaginado como un símbolo de los nítidos contornos de la heroica voluntad humana.” La autora se refiere a una tradición estética que comenzó con la escultura griega arcaica, reafirmándose como canon durante el periodo clásico, parte del helenístico y el romano, que floreció siglos después con Miguel Ángel en el Renacimiento y luego con el Neoclasicismo; si bien Tom no fue el precursor de esta línea, sí fue el eslabón que la llevo a los extremos entrelazándola con la representación más licenciosa del deseo sexual, creando la conjunción más perfecta y explosiva que se haya visto entre arte y pornografía, un acto tremendamente revolucionario, y no es exagerado decir que Tom fue de los últimos artistas que se atrevió a derribar tabúes en una época, contraria a la actual, en la que hacerlo todavía acarreaba algo que perder.


Su visión sobre lo que es masculino y lo que no plantea una paradoja, es clásica y al mismo tiempo subversiva; clásica ya que para él solo es un hombre completo aquel que realiza labores o actividades físicas (obreros, leñadores, deportistas, vaqueros etc.) o bien aquel que está involucrado en roles de autoridad, el mismo Tom ejemplificó lo anterior diciendo lo siguiente de su padre: “Siempre me atrajeron los hombres de acción. Mi padre no era un hombre de verdad a mis ojos, aunque era realmente muy guapo, pero vestía de traje y trabajaba en interiores, usando su mente en lugar de su cuerpo, por lo que no tenía el atractivo de un soldado o un policía.” Por otro lado nos ofrece otra faceta desconcertante, este hombre real lo sigue siendo sin importar si prefiere la intimidad sexual con los de su género y va más allá, tampoco importa si en dichas relaciones adopta el rol de activo, pasivo o ambos; una posición totalmente innovadora y adelantada a su época dentro de la dinámica de las relaciones gay, en las que solo recientemente los roles de activo – pasivo se han flexibilizado para dar paso a la versatilidad.

Respecto a la mujer (cuando aparece esporádicamente) esta se presenta en el papel de represora/castigadora o de tentadora pero sus encantos rinden pocos frutos y es rechazada rápidamente por los sementales del finlandés, cuando sus pares entran en escena. Este acto no debe entenderse como simple misoginia sino como el máximo acto de rebeldía contra el mandato reproductivo de la madre naturaleza, que es lo que en realidad define la esencia y la razón de ser de la homosexualidad masculina.


Touko Laaksonen fue, es y seguirá siendo por mucho tiempo uno de los mayores adoradores de la belleza del cuerpo masculino así como de la característica energía sexual que este desprende. Su legado lejos de caer en lo anticuado o en la romanticona nostalgia por lo vintage, permanece vital y fresco. Su influencia es poderosa y visible en diferentes campos de la cultura, la moda y el arte; en gran medida por ella tenemos el deslumbrante y radical trabajo del fotógrafo Robert Mapplethorpe, el look sadomasoquista o BDMS de dos gigantes del rock Freddie Mercury y Rob Halford (Judas Priest), a un pintor en la esfera hispánica como Alex Partal o el hecho de haber hecho trizas los clichés usados por la mayoría de la sociedad para ridiculizar a los hombres gay, por solo nombrar algunos ejemplos.

Rob Halford

Trabajo de Mapplethorpe


Nota final: La intención de este texto era también analizar la obra de Tom of Finland con mayor profundidad y detalle así como su proceso creativo, técnicas, recursos, estudio de personajes y situaciones entre otros tópicos, pero por cuestiones de extensión no ha sido posible y es probable que se le añada una segunda parte.

Fuentes y bibliografía recomendada:

·     Hanson Dian, The Complete Kake Comics. Taschen Bibliotheca Universalis, 2008

·    Hanson Dian, The Little Book of Tom of Finland: Military Men / Blue Collar / Cops and Robbers. Taschen, 2016.

·    Paasonen Susanna, Tom of Finland Comes Home – Keeps on Coming, Department of Media Studies, University of Turku, Finland, Marzo 2019.

·     Paglia Camille, Sex Quest in Tom of Finland (Ensayo), Tom of Finland XXL. Taschen 2009.

·       Rose Aaron, Tom of Finland, ANP Quarterly Magazine, No. 10, 2008.

 ©  Todas las imágenes son propiedad de Tom of Finland Foundation excepto las de Rob Halford y Robert Mapplethorpe. 

       














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